El nuevo modelo universitario pretende incentivar que se estudie en otra ciudad
J. A. AUNIÓN - Madrid - 20/01/2010
Un nuevo sistema de ayudas al estudio que doble en el curso 2015-2016 el número actual de becas (el año pasado eran algo más de 380.000) al mismo tiempo que se vaya encareciendo la matrícula para los que suspendan es una de las bases de la propuesta con la que trabaja el Ministerio de Educación para crear un nuevo modelo de financiación universitaria. Así, el texto preparado por la comisión de financiación, al que ha tenido acceso este periódico, propone que las becas-salario para los alumnos con rentas más bajas crezcan en cuantía y se doble el número de beneficiarios (ahora, 50.000), las becas de movilidad (nacional o internacional) se multipliquen casi por cinco (desde las 23.600 actuales). Además, los becarios que aprueben todas las asignaturas con buena nota tendrán un plus cada dos años en su prestación.
La propuesta, un amplio documento que incluye un diagnóstico de la universidad española y viejas propuestas como vincular parte de la financiación de las universidades públicas a objetivos claros y cuantificables, pretende que la nueva financiación sea el instrumento para la modernización y mejora de un sistema que aspira a colocarse entre los mejores del mundo sin olvidar su misión social. El texto reclama el compromiso por parte de las administraciones para aumentar el gasto educativo en universidades hasta el 1,5% del PIB a medio plazo, para lo que harían falta unos 2.400 millones de euros extra. Los autores entienden que la crisis económica no va a permitir que el esfuerzo arranque de inmediato.
El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, vinculó ayer el nuevo modelo, promesa pendiente de la anterior legislatura, al pacto educativo. "Será clave y necesario" para ese pacto, dijo antes de la presentación en Madrid del libro Universidad, sociedad y territorio (editado por la Universidad de Cantabria y el Banco Santander). El documento de reflexión, redactado por la comisión formada por el Gobierno, las comunidades, los rectores y expertos, está aún abierto a discusión y a cambios -hoy precisamente se presenta en el Consejo de Universidades para que los rectores hagan sus aportaciones-.
Pero la nueva financiación va tomando forma, y una de las patas será la creación de un nuevo sistema de becas. Así, se establecerían cuatro umbrales de renta: baja, media-baja, media y media-alta, todos ellos, con derecho a la exención del pago de matricula y a las becas de movilidad.
Éstas tienen gran importancia ya que están ligadas a otra pata de la reforma: reordenar la oferta de titulaciones, muchas y repetidas, para que las carreras con menos demanda se concentren sólo en algunas facultades. Así, la beca de movilidad será imprescindible para que nadie se quede sin estudiar la carrera deseada, aunque se ofrezca lejos de su casa. Las rentas más bajas tendrían, además, derecho a becas-salario (ahora son 6.250 euros y se pretende llegar a los 6.500 o 7.000 en 2015), para compensar que alumno estudie en lugar de estar trabajando. Las medias-bajas tendrán las becas generales, pensadas para estudiantes que tienen recursos para mantenerse, pero necesitan un extra para dedicarse plenamente al estudio.
Los estudiantes con rentas medias-altas sólo podrán pedir ayuda de movilidad si la carrera que quieren no se ofrece en un campus cercano a su casa. Además, podrán pedir un préstamo-renta (sin intereses, similares a los que ya se pueden pedir para el máster) durante los dos últimos cursos del grado (titulación adaptada a Bolonia que ha sustituido a diplomaturas y licenciaturas).
Sin embargo, dentro de las iniciativas para incentivar los buenos resultados, estos préstamos se podrán transformar en beca si el alumno termina la carrera a tiempo y con buenas notas. Otro de los grandes problemas de la universidad española es una alta tasa de abandono y que se tarda mucho en terminar la carrera (cuatro de cada cinco alumnos necesitan más tiempo del establecido, según el informe CyD de 2008). Así, se prevé que los becarios que aprueben todo curso por curso y tengan buenas notas verán reconocido su esfuerzo con un plus. Las becas se extienden a los másteres con criterios muy parecidos a los del grado.
Pero si por un lado se incentiva el compromiso del estudiante con la sociedad que le está becando, también se prevé que los que suspendan paguen más. A medida que se vaya incorporando el nuevo sistema de becas y ayudas al estudio (que convivirán durante unos años con las actuales), se irá incrementando el precio de la segunda matrícula para llegar en el curso 2015-2016 hasta el 50% del coste real de los estudios (ahora se paga el 10%) y hasta el 100% para la tercera matrícula. Eso sí, esos criterios no serán los mismos para los alumnos que compatibilicen el trabajo y el estudio.